Por unas merindades limpias

Medina de Pomar vivió ayer la protesta popular más multitudinaria que nunca ha conocido. El proyecto de instalar en la pedanía de Moneo una planta de reciclaje de neumáticos, plásticos y gomas para convertirlos en hidrocarburo líquido ha sido la chispa que encendió a dos mil manifestantes. Sus gritos se escucharon sin cesar a lo largo de todo el recorrido de la manifestación, que arrancó pasada la una del mediodía en la avenida de Santander para continuar por la Ronda y Martínez Pacheco y bajar la calle Mayor hasta Somovilla.

Entre la multitud hubo vecinos y visitantes de Medina de Pomar, Villarcayo, Trespaderne, el Valle de Tobalina, Frías y otros puntos de la comarca, así como representantes políticos, como el secretario provincial del PSOE, José María Jiménez; el diputado nacional socialista, Luis Tudanca; los ediles del PSOE de Medina; el alcalde de Trespaderne, José Luis López; el edil socialista de Villarcayo, Luis Ángel González, el coordinador provincial de IU, Pedro Maria de Palacio, la edil de Izquierda Unida de Miranda de Ebro, Concepción Ortega, y el edil de Villarcayo de Iniciativa Merindades, José Casado.

Durante la marcha se corearon numerosas consignas, como «No hidrocarburos, queremos aire puro», «Marañón no seas cabezón, desde Valladolid nos quieren ver morir» o «la planta de Moneo es un mamoneo». En varias ocasiones, se solicitó al alcalde de la ciudad, José Antonio López Marañón, que «razone y rechace el proyecto», que solo está pendiente de las licencias de obra y actividad municipales, al haber obtenido ya la autorización ambiental de la Junta de Castilla y León.

Dos generaciones de Por unas Merindades y Amigos de Moneo, Isabel Presa y el joven Félix, fueron los encargados de leer el comunicado final. «Queremos un territorio limpio, con calidad ambiental, con tierras que den productos sanos y de la máxima calidad y trabajar porque obtengan denominaciones de origen», indicaron. «Ahí es donde tiene que trabajar el alcalde y no en traer una industria pesada que generará un grave impacto social, ambiental y económico», añadieron.
En su discurso relataron también las consecuencias que, a su juicio, traerá el proyecto de la empresa Reciclados Ecológicos Burgaleses: «Esta megafábrica nos traerá que miles de veraneantes no quieran pasar aquí su tiempo de ocio, todos los sectores se verán afectados, desde la agricultura y ganadería, hasta la construcción, los servicios y el turismo».

emisiones. En su intervención también relataron que la planta quemará 45.000 kilos de biomasa al día y tratará 150.00 kilogramos de neumáticos, plásticos y gomas, así como otros 150.000 kilos de aceites usados, para producir hidrocarburo. Aseguraron que tras consultar a ingenieros, químicos y físicos han llegado a la conclusión de que «las consecuencias para el territorio serán devastadoras» y que «la emisión de partículas superará 30 veces los valores permitidos; las de cloruro de hidrógeno, 46 veces; y las de carbono orgánico, 15 veces».
En suma, insistieron en que «su interés es la salud y la calidad de vida y se empeñan en convertirnos en un estercolero». Por contra, defendieron un desarrollo sostenible siguiendo la líneas en la que trabajan la Junta de Castilla y León, protegiendo espacios, como Ojo Guareña, Monte Santiago o los Montes Obarenes, y el Ceder Merindades, promoviendo la Marca de Calidad de Las Merindades.